No alcanza con tener buenos profesionales: hay que formar buenos líderes

El crecimiento de una organización depende tanto del talento individual como de la calidad de sus líderes. Sin embargo, muchas empresas cometen un error frecuente: promover a una persona por su desempeño técnico, sin acompañarla en su desarrollo como jefatura.

El liderazgo no se improvisa. Es una habilidad que se construye, se entrena y se monitorea. Y el área de Recursos Humanos tiene un rol clave en ese proceso.

¿Por qué es importante impulsar líderes internos?

Un informe de Gallup indica que el 70% de la variación en el compromiso de los empleados depende directamente del líder inmediato. Esto significa que un mal liderazgo puede afectar la motivación, el clima laboral, la productividad y la retención.

Por el contrario, cuando las jefaturas son claras, empáticas, organizadas y alineadas a los valores de la empresa, todo el equipo mejora su desempeño.

Señales de alerta: cuando el liderazgo falla

• Equipos desmotivados o con alta rotación
  
• Falta de claridad en las tareas y responsabilidades
  
• Mal clima interno o conflictos sin resolver
  
• Proyectos que no cumplen objetivos ni plazos
  
• Líderes que "apagan incendios" pero no gestionan procesos
  

Si detectas alguno de estos síntomas, es momento de revisar cómo se está formando a quienes lideran.

El rol estratégico de RRHH en la formación de jefaturas

El liderazgo efectivo no debería depender solo del estilo personal. Desde RRHH se pueden implementar acciones para garantizar que cada persona en rol de conducción tenga las herramientas necesarias para liderar de forma consciente, alineada y efectiva.

🔸 1. Evaluar habilidades de liderazgo antes de promover

No basta con que una persona sea buena en lo técnico. ¿Tiene capacidad para delegar? ¿Sabe dar feedback? ¿Puede resolver conflictos y motivar a su equipo? Estas preguntas deben formar parte del proceso de promoción.

Con FactusRH, puedes diseñar evaluaciones de desempeño que incluyan indicadores clave de liderazgo, y tomar decisiones basadas en datos reales.

🔸 2. Diseñar planes de formación continua

Ser jefe no es un título, es una responsabilidad que evoluciona. Por eso, se deben ofrecer instancias periódicas de capacitación en temas como:

• Comunicación efectiva
  
• Gestión de equipos híbridos
  
• Inteligencia emocional y resiliencia
  
• Liderazgo situacional
  
• Toma de decisiones y manejo del tiempo
  

El módulo de capacitación de FactusRH permite registrar, calendarizar y dar seguimiento al progreso formativo de cada líder.

🔸 3. Medir el impacto del liderazgo en el equipo

No alcanza con capacitar: hay que evaluar si ese conocimiento se aplica. Para eso, RRHH puede generar encuestas de clima, feedback 360° y revisiones de desempeño asociadas al estilo de conducción.

FactusRH facilita este tipo de evaluaciones cruzadas, generando informes que permiten detectar fortalezas y oportunidades de mejora por jefatura.

🔸 4. Acompañar a los líderes nuevos

El paso de "compañero" a "jefe" puede generar tensiones si no se acompaña adecuadamente. RRHH puede implementar programas de mentoría interna, espacios de coaching o manuales de gestión para nuevos líderes.

Con el módulo de tareas y seguimiento, FactusRH permite asignar actividades específicas a cada nuevo líder, con seguimiento automatizado.

Conclusión: líderes bien formados, equipos más sólidos

Potenciar el liderazgo interno no solo mejora los resultados: construye una cultura organizacional más madura, empática y orientada a objetivos. En vez de importar modelos externos, RRHH tiene la oportunidad de formar líderes que entienden la empresa desde adentro y crecen con ella.

Herramientas como FactusRH permiten no solo evaluar y capacitar, sino también hacer seguimiento y tomar decisiones con información concreta, alineando el desarrollo de liderazgo con la estrategia general del negocio.